II. El viento trae consigo los ecos de un pasado
Estas obras son como un viaje que, al igual que el viento, alude al movimiento constante; el eco, al torbellino incesante del paso del tiempo; y el pasado, al grito perenne de nuestros antepasados que se revelan en este horizonte cinematográfico.
De esta manera, esta curaduría de películas peruanas nos interpelan y nos incitan a cuestionarnos sobre nuestra memoria personal e histórica. Desde los vínculos filiales hasta las luchas sociales que han marcado la memoria de nuestros pueblos. Aquí se hilvanan las historias de nuestros ancestros, que se conectan con nuestro presente, haciendo de este un canto profundo y colectivo.